Veterinaria California

¿Mi perro es hiperactivo? Claves para descubrirlo

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El perro hiperactivo se muestra descontrolado, le cuesta aprender, tiene el sueño ligero y no controla sus esfínteres

  • Por CAROLINA PINEDO

– Si su perro tiene el sueño muy ligero, se descontrola al jugar con otros perros, no aprende a hacer sus necesidades en el lugar y momento adecuados o es un comedor compulsivo, incluso de objetos, puede ser que tenga un perro hiperactivo en casa. Reconocer la hiperactividad canina, saber que los cachorros son hiperactivos por naturaleza y actuar de forma correcta son las claves para conocer esta enfermedad del perro.

Siete síntomas de hiperactividad canina

Detectar la hiperactividad en el perro requiere conocer una serie de síntomas, frecuentes en el can con esta enfermedad.

  1. A menudo es un perro joven, aunque no siempre.
  2. Ladra, gime, destroza y come objetos a su paso. No discierne entre lo que es comestible y lo que no. Puede ingerir un calcetín o un plato de pienso con la misma avidez.
  3. Aunque esté atento, no es capaz de concentrarse. Cuando se le da una orden, como «siéntate», mira a quien la emite, pero parece no escuchar y, lejos de obedecer la orden, hará algo totalmente diferente, como correr.
  4. Reacciona al menor ruido, incluso al dormir. Es un perro muy reactivo, reacciona de manera exagerada frente a cualquier estímulo. Si oye un ruido, como el de la aspiradora, es posible que tenga un ataque de ansiedad o que se muestre demasiado excitado o nervioso.
  5. No aprende lo que se le enseña. A pesar de que sus dueños dediquen tiempo y esfuerzo para enseñarle normas básicas, como acudir a una llamada, el perro no retiene la información sobre qué hacer. Por ello, es probable que se confunda un perro hiperactivo sin diagnosticar con un animal desobediente.
  6. No controla esfínteres. Hará sus necesidades en casa en un momento dado, aunque haya salido a la calle para cubrir esa necesidad.
  7. Cuando juega con otros perros o con sus dueños, se descontrola y muerde sin medir su fuerza.

Los cachorros son hiperactivos por naturaleza

La hiperactividad es una enfermedad conocida como déficit de atención o hiperkinesis. Los cachorros tienen una predisposición natural a jugar y moverse, forma parte de su modo de comunicarse y relacionarse. Este tipo de hiperactividad es normal y se corrige con la edad. Un perro con más de dos años, que ya no es ningún cachorro, se mostrará mucho más tranquilo y centrado. Ya ha pasado la edad de las travesuras, por lo que su conducta experimentará notables cambios. En caso contrario, conviene consultar al veterinario.

Diagnóstico de la hiperactividad canina

El diagnóstico de la hiperactividad lo determina el veterinario. Para ello, administra al perro un medicamento cuya reacción es la contraria de la que debería ser: en lugar de excitarlo, lo calma.

Una buena dosis de paciencia es fundamental para lograr una convivencia satisfactoria con un perro hiperactivo

Una vez diagnosticada la hiperactividad, el etólogo clínico es quien mejor puede tratar esta enfermedad. El objetivo es modificar su conducta a través de un programa de psicoterapia con el animal. Pero también puede ser necesaria una medicación específica para paliar la sintomatología de la hiperactividad.

Los expertos no se ponen de acuerdo sobre este tema. Algunos creen que la hiperactividad en perros no existe, mientras que otros opinan que sí y que, además, tiene tratamiento. Este consistiría en «ofrecer al perro herramientas para que no tenga necesidad de recurrir a las conductas desajustadas que van asociadas a la hiperactividad», explica Miguel Ibánez, veterinario experto en comportamiento animal y profesor de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid.

Tratamiento de la hiperactividad canina

Cuando el perro lo demanda de manera inadecuada, no hemos de ofrecerle atención, juegos o premios. Esto quiere decir que si el animal nos mordisquea las manos, se pone nervioso o ladra de manera compulsiva, no hemos de satisfacer sus demandas.

El etólogo clínico es quien mejor puede tratar esta enfermedad

Otra buena idea es darle la posibilidad de hacer ejercicio en espacios amplios para que pueda liberar su exceso de energía. Deportes como el agility (circuito con obstáculos) ayudan a conseguirlo. Cuando el perro llega a casa tras un día de intensas carreras, juegos y actividad, estará más relajado y le apetecerá dormir y descansar.

Hemos de intentar reducir al mínimo los estímulos en el lugar donde se educa al perro, porque se distraerá con mucha facilidad. Son perros muy reactivos y, frente a un ruido, la presencia de otros animales o personas desconocidas, se desconcentran y se ponen nerviosos.

Hay que recompensar su comportamiento calmado, en vez de castigar la hiperactividad. El refuerzo positivo puede ser muy eficaz. Si cuando el perro se muestra tranquilo y centrado se le premia con caricias y felicitaciones, además de una galleta canina, se mostrará más motivado al persistir con su comportamiento correcto. También hemos de transmitir al animal que lo ha hecho mal. En este caso, bastará con un rotundo «no» y con mostrar un gesto de desaprobación. No se debe utilizar nunca la violencia con el perro. Una buena dosis de paciencia es fundamental para lograr una convivencia satisfactoria con un perro hiperactivo.

Consejos frente a la hiperactividad del perro

  • Acudir al veterinario si se detectan síntomas como sueño muy ligero, descontrol al jugar con otros perros y personas, falta de control de esfínteres o ansiedad por comer.
  • En caso de que se requiera que el perro tome un tratamiento farmacológico, es recomendable seguir las pautas que marque el veterinario en este sentido.
  • El trabajo con un adiestrador que ayude al perro a seguir ciertas pautas de comportamiento y suavizar conductas inapropiadas puede ayudar a que el perro esté más centrado y a que tenga menos problemas de convivencia con su familia humana y otros animales.
  • La paciencia y la coherencia son importantes al marcar normas y encauzar al perro hiperactivo en su comportamiento.

Por qué cuando acaricio a mi cachorro se orina?

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Cuando están excitados, los cachorros orinan con frecuencia en forma espontánea, ellos no tienen ningún control de esta acción y a veces, incluso no comprenden lo que ha ocurrido. Otros perros pueden orinar como una señal de sumisión en la presencia de otro animal (o persona) que ellos consideran dominantes. Estos animales tampoco pueden controlar esa situación. 
La micción sumisa a veces se ve en cachorros o perros jóvenes que han sido castigados. Sin embargo, muchos cachorros que son absolutamente normales y han recibido un trato adecuado, también pueden desarrollar una micción involuntaria. Estos problemas parecen ser causados por un problema neurológico de los músculos vesicales (vejiga) o por un maltrato que asustó o intimidó al cachorro.

La reeducación e incluso medicación se utiliza en estos cachorros, en el caso de la reeducación debe hacerse por profesionales en comportamiento animal porque la corrección hecha por el tutor generalmente, no soluciona el problema, con respecto a los medicamentos utilizados son sedativos que funcionan mientras son medicados pero hay recurrencia cuando se interrumpe la administración.
Se sugiere que se investigue la razón o el hecho desencadenante por parte del dueño, pueden ser varias cosas, algunas serán fáciles de determinar como por ej. acercarse al cachorro en forma súbita y él desencadena el hecho de orinar, otros se orinan cuando uno se agacha a acariciarlo, cualquier acción identificada que desencadena el suceso hay que tratar de evitar que ocurra.

La mayoría de los cachorros deja de hacerlo cuando llega a los seis meses de edad, si además el animal se desarrolla en un ambiente tranquilo y de buen trato facilitará la corrección de ese problema. Hay que ser paciente y cuando sucede, inmediatamente hay que limpiar y olvidarse de la situación y no regañar o castigar al cachorro.

Fuente http://perros.mascotia.com/cuidados-del-perro/100-preguntas-y-respuestas-sobre-tu-perro/seccion-i-educacion-y-comportamiento/por-que-cuando-acaricio-a-mi-cachorro-se-orina.html

Cómo presentar tu cachorro a tu primer perro

ImagenEscrito por Ehow Contributor | Traducido por Susana Margarita López Millot

 El éxito que tengas al presentar tu cachorro a tu primer perro depende de un par de variables. Primero, tu perro tiene que tener una historia de relación con otros perros. Si se ha metido en peleas, o tiende a ser agresivo con perros que no conoce, puede que no tengas éxito si traes un nuevo cachorro a casa. Sin embargo, si tu perro juega bien con otros perros, no tiene historias de agresividad, o es un perro relajado y maduro, no tendrás problemas. Los perros más viejos tolerarán a los cachorros, y a veces incluso lo protegerán «bajo sus alas».

 

Instrucciones

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Conoce a tu perro adulto. Si es feliz, amigable y sociable en sus interacciones con otros perros, las presentaciones serán más fáciles. Si no está acostumbrado a tratar a otros perros y generalmente es maniático, probablemente será tolerante con el cachorro, pero tendrás que trabajar un poco más.

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Presenta tu cachorro a tu perro adulto sujetando al pequeño en tus brazos y mostrándolo al adulto. Dile «el cachorro de Mamá» o usa el nombre del perro «Este es el cachorro de Rover». Esto suena tonto pero de hecho es importante. Esto le muestra al perro adulto que el cachorro tiene un lugar en la manada y que tu lo protegerás. Esto también funciona con los gatitos y los gatos. Si tu perro te ve cargando al cachorrito cerca de ti y mostrándole que lo quieres y lo proteges el tendrá una pista de que no tolerarás malas conductas.

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Retira todos los juguetes, bolsas u objetos que tu perro puede ver como sus posesiones. Esto reducirá las posibilidades de que un problema al cuidar sus cosas pueda surgir. Con el tiempo puedes poner las cosas en su lugar nuevamente una vez que veas como tu perro reaccionará a otro que quiera jugar con él.

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Pide a un amigo que te ayude. Es útil tener dos personas en las presentaciones. Con ambos perros en una correa, permite olisquear y distraerse ya sea con alabanzas, con trucos o juguetes si ves alguna tensión. La mejor forma de hacerlo es llevarlos juntos a una caminata corta. Esto se llama caminata paralela y es una excelente forma para que los perros de cualquier edad se acostumbren a estar juntos y creen lazos. Hacer esto en el exterior crea un territorio neutral. Tu perro no conocerá al nuevo en su propio territorio, sino en un lugar neutro.

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Permite que los perros sean perros. Tu cachorro probablemente querrá saltar sobre la cara del más viejo y lamerá su hocico. Esto es normal, comportamiento de cachorro. Tu perro puede gruña un poco. Esto puede asustar pero es normal y es su forma de enseñar formas al cachorro. No intervengas a no ser que veas una verdadera agresión. Los signos de alarma son buenos, pero si la agresión aumenta, corrige a tu perro inmediatamente con un «¡No!» fuerte y concreto.

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Debes estar abierto a que tu nuevo cachorro aprenda modales de los ya educados. Ella aprenderá a no molestarles mientras duermen y a no tomar su comida ni sus juguetes. A veces las correcciones harán que se comporte como si la matarán pero observa de cerca. Probablemente estará encima unos 30 segundos y continuará para seguir al perro más viejo. Está aprendiendo.

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Continúa pasando tiempo con tu perro adulto. Es fácil rechazarlo cuando hay un cachorro nuevo en la casa porque estos necesitan más atención. Pasa tiempo jugando y entrenando a tu cachorro, también, para no se ate demasiado al otro perro.

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A veces un perro adulto no corrige de forma adecuada a un cachorro, y este puede volverse audaz y odioso. Si esto sucede, haz que el cachorro arrastre una correa ligera en tu presencia y corrígelo y distráelo si está siendo un verdadero niño mimado con el perro más viejo. Recuerda también alabarle cuando está haciendo las cosas bien.

Consejos y advertencias

  • A veces los cachorros pueden ser una molestia para los perros viejos. Asegúrate de que el tuyo tenga respeto y tranquilidad por parte del cachorro cuando parece quererlo.
  • Si tu perro adulto es generalmente «nada bueno con otros perros», no elijas un cachorrodel mismo sexo. Las posibilidades de vivir juntos en armonía será mucho mayor si son del sexo opuesto.

CUANDO UN PERRO LLEGA AL HOGAR

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Al momento de tomar la decisión por comprar o recibir un perro en casa, hay algunas consideraciones que se deben tener. Hay que tener en cuenta que su mascota lo estará acompañando alrededor de 12 años. A continuación se explican 10 puntos a analizar a priori.

1 – Revise su situación económica, no sólo para comprar el perro, sino también para mantenerlo.

2 – Antes de elegir qué raza desea tener en su casa, tenga en cuenta el tamaño de su vivienda. Esto se refiere a dentro del hogar y el jardín. Debe decidir si desea que su nuevo compañero viva al aire libre o junto a su familia.

3 – ¿Cuánto es su sueldo mensual? Haga cuentas e investigue cuánto puede gastar en su perro; para determinar si cuenta con el presupuesto necesario. Hay tipos de perros que necesitan de más atención y gasto. Por ejemplo, uno con pelo largo y especial necesitará ir a la peluquería cada cierto tiempo y un Poodle Toy no come la misma cantidad que un Pastor Alemán.

4 – ¿Sus ocupaciones diarias, le dejan algo de tiempo para dedicárselo a su perro? Recuerde que algunas razas requieren más tiempo que otras para hacer el ejercicio necesario para su constitución. Además, ningún perro es feliz estando solo día y noche. Si bien, nosotros nos ofrecemos al paseo del perro, también es recomendable que su amo interactúe con el. Debe haber un lazo especial entre la mascota y su amo.

5 – Compruebe que ni usted ni ningún miembro de su familia sean alérgicos al perro que va a llevar a casa. Aunque una mascota es una experiencia inigualable, no debe convertirse en un problema de salud. Este punto es muy importante, dado que, una vez ya tenga su mascota en casa será muy difícil devolverlo o buscar otro dueño. Usted y su familia seguramente se encariñará con el rápidamente.

6 – Su perro no siempre tendrá la misma excelente salud con la que llegó a casa, por lo que será necesario un chequeo del veterinario al menos dos veces al año. Esto incluye las vacunas de rigor.

 

7 – En ocasiones ocurre que a uno le ofrecen un cachorro menor a 2 meses. Por lo general es para deshacerse de la manada que nació lo antes posible. No lo reciba hasta cumplidos los primeros 60 días, pues antes de este tiempo, necesitará del alimento de su madre y de los anticuerpos que ella le proporciona para compensar su aún débil sistema inmunitario.

8 – Pregunte por las vacunas que el cachorro ha recibido al momento de la entrega y encárguese de hacerle aplicar aquellas que le hacen falta. El veterinario le asesorará.

9 – En caso que le interese adquirir un perro de raza pura acuda a un criador serio y responsable, pues es la única persona capaz de responderle por la buena ascendencia del cachorro y por su estado general.

10 – Recuerde que lleva a casa un ser vivo que requiere de su cuidado minuciosamente para que logre convertirse en un adulto sano y equilibrado. Se dará cuenta que su nueva mascota compensará con creces todos sus esfuerzos.

¿ADOPTAR O COMPRAR UNA MASCOTA?

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Este tema nos parece dificil de tratar.

En esta ocasión alentamos a las personas a que adopten en lugar de comprar una mascota pero hemos leido en algunas páginas, comentarios como este:

«…las personas q hemos comprado tmb amamos a los perros, q te has pensado, q somos energumenos??» … un perro q se vende tmb tiene el mismo derecho a convivir con una familia y por supuesto d vivir saltando y brincando, tampoco pidieron venir al mundo, son animales, q pasa??, q como se venden, tenemos q desauciarlos??, dejar q se pudran en unas vitrinas o criaderos??…»

Y la verdad es que en cierta forma tienen razón estas opiniones. Los perritos o gatos no pidieron venir al mundo y no tienen la culpa de que haya lugares en donde la gente lucre con ellos. Creo en estos casos, es muy respetable la opción de adoptar o la de comprar perritos.

Pero en lo personal preferimos adoptar porque le estaríamos dando amor y una familia a un ser que fue abandonado, que vivió en la calle y sabrá Dios como fue la gente con el… le estariamos dando una segunda oportunidad de vida y de ser feliz. Por otro lado, creemos que al comprar un perrito los ayudamos a salir, como bien dicen «de esa vitrina, de esa jaula» en donde pasan la mayor parte del día, ellos también merecen una familia.

Pero entendamos una cosa, no toda la gente que compra un perrito con toda la intensión de hacerlo parte de su vida, por siempre!!!. Muchos padres de familia les compran un pequeño a sus hijos solo porque ellos tenían ese capricho, pero cuando crece el perrito, muchas veces terminan en la calle.

El comprar un lanudito no es malo, lo malo es que la gente que los vende sigue trayendo más inocentes al mundo y tienen a las perras pariendo a cada rato… digamos que es una cadenita.

En nuestra opinión, si después de las razones que las personas damos para adoptar, siguen con esa idea de comprar, entonces creemos la mejor opción es en los criaderos… aunque no estamos del todo informados, ellos al menos pueden darte datos de tu pequeño, su carácter, sus cuidados. Las tiendas son finalmente solo eso, tiendas como cualquier otra, donde tu vas, eliges que animalito llevarte y es todo. No preguntan dónde van a vivir, si estarán dentro o fuera de casa, no te recuerdan que es necesario vacunarlos, etc… y por si fuera poco, hay algunas que te dan una especie de «garantía». Si tu mascota muere al poco tiempo de que la compraste, te la reponen con otra… perdón pero que seres tan mas insensibles que ven a los animalitos como si fueran juguete.

Es muy respetable los que toman la opción de comprar pero, no toda la gente es consiente de lo que implica tener un perro en casa.

Por eso, habemos mucha gente que nos inclinamos un poco mas por la adopción y no la compra… porque en los albergues, ellos se aseguran lo mejor que pueden, de que el pequeño adoptado estará en una familia que lo va a querer y cuidar. Te hacen visitas o llamadas constantes para saber si el perrito se adaptó a su nueva familia y sobre todo, te ayudan a elegir el mejor de acuerdo a tus posibilidades… y son responsables de darte al pequeño vacunado y esterilizado. Sin embargo como lo hemos dicho la venta no es en si una compra opción, es solo la manera en como indiscriminadamente vendedores sin escrúpulos manejan a esos animalitos como cualquier mercancía, debemos tener mucho cuidado en donde comprar nuestros lanuditos, conocer bien el lugar y de preferencia quien nos lo vende.

Si tienes claro que te gustaría tener un perro en casa, antes de comprarlo piensa en adoptar, la adopción tiene muchas ventajas.

  • Cada año se abandonan en muchos paises cerca de 100.000 perros, que con la adopción tienen una segunda oportunidad.
  • En las protectoras encontraras todo tipo de perros, de raza, mestizos, adultos, jóvenes…
  • Al adoptar un perro dejarás espacio en la protectora para que llegue otro.
  • No es cierto que los animales adultos no sean capaces de aprender y adaptarse a un nuevo hogar. Además tiene sus ventajas, son más tranquilos, no te dejaran regalitos por casa.
  • Los costes de una adopción son muy pequeños en comparación con el precio de un ejemplar de raza.
  • Generalmente los perros abandonados han pasado por situaciones muy malas, al adoptarlos les das el cariño que nunca han tenido y saben cómo recompensártelo con creces.

Ambos perros, tanto el adoptado como el comprado, están necesitados: un perro no puede quedarse en una tienda para siempre, pero quizás los que más necesitan el cariño que les puedes proporcionar son aquellos perros que han sido abandonados o que no han conocido jamás a una persona que les pueda querer.

Una de las grandes satisfacciones> que te encuentras cuando adoptas a un perro es el cariño que te llega a tener. Le estás dando una segunda oportunidad y él te la quisiera devolver con su mayor devoción hacía tí. Al adoptar en un refugio, el personal del centro conoce perfectamente e informa al adoptante del historial del animal, su carácter, temperamento, posibles problemas de salud, alimentación, etc. etc. La mayorí­a de protectoras, además, son conscientes de que adoptante y adoptado necesitan un perí­odo de familiarización. Durante estos dí­as el personal del refugio está siempre dispuesto a intervenir, si el adoptante así­ lo precisa.

Al adoptar un perro estás salvando dos vidas: la del animal adoptado y la de un perro abandonado que podrá ocupar su lugar en el refugio. Cuando compras un animal estás apoyando una industria que antepone los beneficios económicos al bienestar de los animales. Especialmente los perros y gatos que provienen de tiendas han nacido de padres que viven en condiciones terribles y a los que se usa exclusivamente con el fin de procrear.

Adoptar te permite elegir la edad del animal. Los cachorros, no puede negarse que son una hermosura, son encantadores pero también es cierto que un perro adulto ya ha sido educado y conoce las normas de conducta básicas. Por otro lado y por desgracia, también pueden adoptarse cachorros en los refugios.

Un animal adoptado te brindará más amor que uno comprado. Los animales abandonados han vivido el calor de un hogar y tras su permanencia en un refugio están deseando demostrarte su lealtad y su enorme capacidad de amar.

Por eso consideramos es mejor adoptar… pero no debemos estar en contra ni criticar a quien quiere comprar o ya lo hizo, TODOS los perritos o gatos… o cualquier mascota… tienen el DERECHO de tener una familia. Pero seamos honestos, no todas las personas son aptas para ofrecerles eso.

Fuente

http://mund0-f3liz.blogspot.mx/2009/01/adoptar-vs-comprar.html

¿Tu lanudo ronca?

EL RONQUIDO

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Como con los humanos, hay varias razones de el por qué un perro ronca, aunque la mayoría tienen que ver con una obstrucción en la tráquea. Esto puede ser causado por un colapso en ciertas áreas de la garganta, igual que en los humanos.

Un perro que ronca debe ser chequeado para determinar qué tratamiento es el mejor. Algunos perros son especialmente propensos a una reacción alérgica que causa un estrechamiento en la vía respiratoria. Puede que exista también tejido excesivo en el área que esté impidiendo respiración correcta. Lo mejor es que su veterinario verifique los diferentes factores mediante evaluación cuidadosa de la anatomía del animal y los síntomas físicos generales.

Podría ser que tu perro tenga sobrepeso.

Como en los humanos, perros obesos son más probables a roncar durante la noche. Esto es porque tiene más piel alrededor de su garganta. Por lo tanto, tienen tejido excesivo que cuelga que pudiera potencialmente causar una obstrucción. Una vez este problema se corrige, el riesgo de roncar se reduce.

El roncar también tiene algo que ver con los rasgos faciales en general.

Algunos perros tienen la cara hundida, lo que reduce en cierto grado la vía respiratoria. La reconstrucción de fosas nasales contribuye enormemente a su dificultad al respirar. Muy similar a cuando los humanos tienen catarro, que están obligados a respirar usando solo un 25% de la capacidad de su nariz. Las razas de perros con caras más cortas necesitan más esfuerzo para poder respirar adecuadamente. Les cuesta más trabajo el controlar la respiración y son más propensos a roncar.

Una cirugía le puede dar a tu perro gran alivio. Pero es importante asegurarte que antes de tomes alguna decisión, estés bien informado sobre los riesgos posibles y consecuencias de la cirugía.

¿Quieres cruzar a tu lanuda? ¿Que hacer cuando tu lanuda esta preñada?

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Se dice que las perras tienen el celo cada 6 meses. No es del todo cierto, ya que en muchas ocasiones la frecuencia dependerá de la raza. Por ejemplo los Pastores Alemanes lo tienen efectivamente cada 180 días, pero los caniches lo tienen cada 250. Muchas veces confundimos el celo de nuestras perras con la menstruación, pero no tienen nada que ver desde el punto de vista hormonal. Quiero decir que las perras no tienen la regla o periodo como las mujeres. Además es importante que sepamos que normalmente la fase en que la perra sangra de forma abundante no es la del celo propiamente dicho, sino lo que conocemos como pro estro que dura por término medio 9 días, con un intervalo de 3 a 17 días, que es el periodo que antecede al celo. En ése momento, el del celo propiamente dicho, la perra prácticamente no eliminará sangre por la vagina, sino que a lo sumo veremos unas gotitas de color rosáceo o pajizo. El periodo en que la perra es receptiva, conocido técnicamente como estro, dura entre por término medio 9 días con un intervalo de 3 a 21 días. Lo recomendable por tanto es que presentes a la perra al macho con el que quieras que se cruce a los 8 o 9 días de que haya empezado a sangrar y en los días posteriores. El perro intentará montarla, pero ella sólo será receptiva o lo aceptará cuando su organismo esté preparado para ello. 

Para lograr un acoplamiento exitoso, es conveniente que la hembra sea conducida al lugar donde se encuentra el macho. Lo ideal será un ambiente tranquilo en que el macho atraído por las feromonas producidas por la vagina y por las glándulas anales de la hembra procederá a la cópula. Debemos aclarar que la monta natural es lo más normal, pero, a veces, la inexperiencia de ambos o incluso el tamaño del perro o de la perra pueden ser un impedimento para que la cópula se realice con normalidad especialmente en razas pequeñas. En casos extremos y cuando la monta natural no sea posible, tendremos que optar por la inseminación artificial. Ésta consiste en la obtención de semen del macho mediante masturbación manual y su posterior introducción en cuello uterino de la perra mediante una sonda. 

El tiempo que un macho y una hembra pueden emplear en el apareamiento es de 15-20 minutos. 

A los 16 días de la monta, el útero mostrará abultamientos esféricos en los sitios de implantación y a los 20 días se inicia la implantación de los embriones. Un veterinario con experiencia podrá hacer un diagnóstico de gestación por palpación a los 25 días. El periodo de gestación promedio es 63 días, variando entre 56 a 72 si se calcula desde el momento de la primera monta. 


Podemos decir que a partir de las 5 semanas de gestación es cuando se produce el verdadero desarrollo de los fetos, y a los 50 días tendrán prácticamente el tamaño que presentarán cuando nazcan. Lo recomendable es la realización de una ecografía a los 30 y a los 50 días de gestación con objeto de determinar el buen estado de los futuros cachorros, su posicionamiento y su número. Si no es posible la realización de una ecografía, podrá ser sustituida por una radiografía, que no producirá ningún problema en los fetos. 

El uso de medicamentos durante la gestación en caso de ser necesario, deberá hacerse con suma precaución y siempre bajo control veterinario, ya que pueden provocar alteraciones fetales (efectos teratológicos). Lo que si está indicado es la desparasitación de las hembras el día 45 de la gestación para evitar en lo posible la transmisión a los fetos por vía placentaria de algunos parásitos que podrán dar serios problemas en el aparato digestivo de los cachorros. Esta desparasitación deberá ser repetida en la madre, diez días después del parto. También es recomendable cambiar la alimentación de la madre a partir del día 30 de gestación. El alimento más adecuado será un pienso de los formulados para cachorros en crecimiento según su raza o tamaño. Esta alimentación especial deberá ser mantenida hasta el momento del destete. 

Cuando queden unos pocos días para el parto o a veces tan solo 12-14 horas, la perra se mostrará inquieta, hiperactiva, escarbara en determinados lugares de la casa y buscará el lugar que a ella le parezca el más adecuado para parir. Este lugar no siempre estará en consonancia con el que a nosotros nos parezca el más adecuado, así que, si no queremos sorpresas desagradables, será el momento de ponernos a la tarea de enseñarla el sitio que nosotros hemos elegido. Lo idóneo es un lugar tranquilo y lo más alejado posible de los de máximo ajetreo del hogar. Durante las horas previas al parto veremos que la perra acude con mucha frecuencia al lugar ideado para el parto y se mostrará agresiva con los extraños. El lecho para el parto, deberá ser de un material duro para que la perra se de cuenta si está aplastando a algún cachorro y lo suficientemente alto por los lados para evitar que algún cachorro se desplace demasiado. Ni que decir tiene que tendrá que tener un tamaño acorde con las dimensiones de la perra. Un punto que me parece de la máxima importancia y que muchas veces se olvida, es que en el parto tan solo deben estar presentas las personas más allegadas a la futura madre. Se han dado casos de canibalismo cuando la perra entiende que su camada está amenazada o de traslados de cachorros a lugares que ella considera más seguros. El descenso de la temperatura rectal 8 a 24 horas antes del parto es un parámetro que debe ser tenido en cuenta. En las razas enanas puede descender hasta los 35 º C, en las medianas hasta 36º C y en las gigantes hasta 37 º C. 


Los cachorros y placentas son expulsados con las contracciones uterinas y la ayuda de las contracciones abdominales. Una vez nacido el cachorro, la madre procederá a su higiene rompiendo las envolturas fetales por medio del lamido, cortará con sus dientes el cordón umbilical y removerá los líquidos y envolturas que pudieran estar obstruyendo las vías respiratorias externas. En el caso de cachorros débiles o muertos, luego de intentar su reanimación y no lograrlo, la madre los separará del resto, los esconde, los entierra, o en muy raras ocasiones los ingiere. 

Los intervalos de 10 minutos a 2-3 horas entre cada nacimiento se consideran normales, con un lapso medio de 30-45 minutos. Tiempo tendremos en otro momento de explicar de forma más exhaustiva los diferentes periodos del parto y el control que debemoss realizar sobre ellos. 

Dado que durante el periodo de gestación de la perra se harán indispensables un par de visitas a nuestra clínica habitual, debemos aprovechar la más próxima al parto para que nos expliquen todas aquellas eventuales circunstancias que podrán dar lugar a un parto difícil en que será indispensable acudir con urgencia a un veterinario. 

La raza agresiva no existe

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La raza agresiva no existe

Causas de agresividad en los perros

 

Ante la agresividad de un perro lo primero es buscar ayuda profesional e intentar comprender de dónde proviene ese comportamiento que desubica al perro de la sociedad y lo convierte en un perro incomprensible ante su dueño y otras personas. Es erróneo pensar que solamente los perros grandes son agresivos. Aunque parezcan físicamente amenazantes y tengan una mandíbula que puede causar más daño que la de perros de razas pequeñas, cualquier perro puede ser agresivo y tiene mucho que ver con su crianza. Como las personas, los perros son parte genética, parte crianza. Un perro no puede ser agresivo porque “esa raza es agresiva”. La raza agresiva no existe. 

Hay varios niveles de agresividad. El perro puede mostrar su dentadura de manera amenazante, puede gruñir como signo de advertencia o puede morder. Aunque existen teorías sobre ayudar al cachorro a desarrollar sus encías y la mandíbula a través de las mordidas, permitiéndole que te muerda hasta que lo empiece a hacer con fuerza, yo no estoy de acuerdo. Es mucho pedir que un perro sepa cuándo o cómo morder a una persona sin hacerle daño. Lo importante es que jamás muerda a nadie. Por eso, debes evitar esto desde temprana edad para que el problema no se haga mayor y ten por seguro que con tu ayuda o sin ella, tu perro tendrá una mandíbula muy poderosa. Como he dicho en otros artículos, los dientes de un perro jamás deben tocar la piel de un humano con intención de morder. Debes frenarlo con un imponente “¡Ah!” o “¡Ouch!” y dejarlo solo para que entienda que este comportamiento será inaceptable. 


Las causas de agresividad parecen no ser tan obvias, pero en realidad son muy básicas. Es esencial que comprendas cuáles son esas causas para evitar que otro perro tenga que ser abandonado o sacrificado innecesariamente. Ningún perro merece ser sacrificado a causa de agresividad porque ninguno nace agresivo y es tu responsabilidad que vuelva a ser un perro equilibrado. La rehabilitación es factible siempre que busques ayuda profesional y entiendas las causas.

Problemas de salud

 

Estudios han demostrado que los perros agresivos suelen tener algún problema de salud. Algunos problemas no son palpables. El perro no te puede comunicar que se siente mal y a veces un simple roce con una parte del cuerpo adolorida hará que el perro te muerda a ti u otra persona. Llévalo al veterinario regularmente y si notas algún síntoma de agresividad, llévalo a la consulta para descartar la posibilidad de que tenga algún problema. Se recomienda además la esterilización para evitar problemas de salud y agresividad en machos y hembras.

Falta de socialización

La socialización debe ser tu prioridad desde el momento que adquieras tu perro. Esto significa mostrarle todo lo que puedas, exponerlo a gente, lugares, sonidos y cosas. El perro tiene que aceptar a personas de todas las razas y edades, incluyendo niños y extraños.

Falta de ejercicio

Seguramente has sido testigo de los beneficios del ejercicio en las personas. No es distinto con los perros. Es más, ellos no sólo se benefician sino que lo requieren. Aunque un perro sea pequeño, necesita ejercicio para librarse de toda la energía acumulada. La falta de ejercicio lleva a la frustración y desequilibrio.

Frustración o agobio

El perro se puede frustrar si no tiene el espacio necesario para moverse o si se aburre. No puede pasar ocho horas solo en un día, sin la atención de su dueño y sin estimulación. Tampoco se le debe agobiar. Por ejemplo, muchas mordeduras hacia niños suelen suceder porque el niño se siente feliz con el perro y no comprende que no puede estar siempre con él, que no lo puede abrazar ni jalar. A un perro jamás se le debe acorralar.

Mala educación

Se dice que no hay perros agresivos sino dueños irresponsables. Cuando no educas a tu perro, no lo preparas para vivir en una sociedad de humanos. Le faltas el respeto al él y a todas las personas que tienen que aguantar a un perro mal educado, miedoso o agresivo, en vez de un perro equilibrado y feliz a quienes todos quieren acariciar. Está de más decir que si eres agresivo con tu perro, tu perro puede llegar a serlo contigo u otras personas.

Cómo tener un perro en casa

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  • 1Elegir la raza adecuada.

    Existen numerosas razas entre las que elegir a nuestro amigo, sin embargo, no todas son adecuadas para vivir en un piso y, dependiendo del tamaño de nuestra casa, también tendremos que saber elegir. Posiblemente en un piso de 30 metros cuadrados un pastor alemán no pueda apenas moverse, lo que tarde o temprano repercutirá en su salud.

    También existen razas más propensas a necesitar ejercicio físico. Por lo que en una ciudad, y salvo que tengamos mucho tiempo libre, no podrán realizar todo el «deporte» que necesitan. No menos importante es saber si convivirán con niños, dado que existen razas más adecuadas que otras para «aguantar las perrerías» de los más peques de la casa.

    El mejor consejo es hacer una lista de razas que nos gustaría tener y después realizar una búsqueda para conocer sus necesidades. En última instancia, el consejo de un veterinario despejará nuestras dudas. 

  • 2El nos da compañia, pero también la quiere.
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    Un perro no es como una planta. Aunque puede estar todo el día solo, debemos plantearnos si vamos a tener tiempo para estar con él y jugar. La mejor pregunta que podemos hacernos es cuántas horas vamos a dejarle habitualmente solo durante el día y si, al llegar a casa, tendremos ganas de ver cómo nos salta encima y quiere jugar.

    Muchos expertos señalan que los perros se vuelven más ariscos si están mucho tiempo solos, pero más allá de esa frase, debemos plantearnos si nuestra mascota será feliz estando sola tanto tiempo.

     
  • 3Largos paseos y mucha calle.
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    El perro no quiere salir a la calle a hacer sus necesidades y volver a casa. A él le apetece pasear, oler, correr…
    Esta necesidad se vuelve mucho más necesaria cuando nuestra mascota vive en un piso de una ciudad. Un mínimo de 2 veces al día, 3 si es posible, debe salir a la calle a pasear.

    Cuanto más tiempo podamos pasear con él, más ejercicio hará y más feliz estará. Debemos reservar como mínimo una hora por las tardes para irnos a pasear, haga frio o calor.

     
  • 4La salud del perro.
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    Este punto es muy importante, es esencial. Contraria a la falsa idea que tiene mucha gente, aunque el perro viva en un piso y no en el campo, tiene muchas posibilidades de contraer una enorme variedad de enfermedades, algunas mortales, además de pulgas, garrapatas… muchos conceptos que seguro preferimos que no se vean relacionados con nuestro amigo.

    La vacuna anual de la rabia es obligatoria, y sin ella, además de la multa, nos podrán quitar a nuestra mascota. Sin embargo, existen otras vacunas que, aunque no son obligatorias por ley, deben serlo moralmente: la vacuna heptavalente que le protegerá contra distintas enfermedades mortales y las desparasitaciones, internas y externas. También debemos mantenerle limpio, ya le bañemos en casa con un champú especial o le llevemos a un sitio especializado.

    No olvidemos que además de por la salud del perro, esto redundará en la nuestra, dado que el perro se va a pasear por los mismos sitios que nosotros.

     
  • 5Las vacaciones.
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    Es una fecha crítica para muchas familias que deciden abandonar a su mascota al no saber qué hacer con ella. Nuestro perro es un miembro más de la familia por lo que, antes de planificar las vacaciones, debemos contar también con sus necesidades.

    Tenemos distintas opciones:
    – Dejar al perro con un amigo/familiar. Esto es recomendable si nuestra mascota no es propensa a realizar «pequeños destrozos» en casa.
    – Dejar al perro en una residencia para animales. Lo mejor es pedir referencias a nuestro veterinario. Cuestan entre 15 y 30€ al día, pero si lo llevamos a residencias con prestigio, el perro será tratado como un rey.
    – Buscar un alojamiento de vacaciones en el cual permitan mascotas. Si vamos a un hotel que las permita, posiblemente nuestro perro encuentre muchos amigos con los que jugar y estará contento.

     
  • 6Algunos consejos sobre el habitar del perro.
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    Por último, pero no menos importante, van algunos consejos que se aprenden con la propia experiencia:

    – El perro debe tener su cuenco de agua siempre en el mismo sitio y siempre con agua fresca. Sabrá donde está y podrá ir directamente a beber cuando quiera.
    – Compra una cama donde pueda establecer «su casa». Si no, posiblemente el seleccionará un sitio, nos guste o no.
    – Si no quieres que se suba a los sillones o camas, no le dejes nunca. Enseñarle es fácil pero quitarle la costumbre es casi imposible.

    En caso de dudas, quien nos podrá ayudar siempre en ultima instancia será el veterinario. Nuestro perro es como un bebé, hay que cuidar de él para que sea feliz.

Educar a su perro a llevar ropa

Los perros se están integrando más en nuestras familias, más que humanizar, a menudo los tratan como niños peludos en vez de descendientes de los lobos. De hecho, ya no es raro ver perros con camisas, vestidos, sombreros, incluso joyas.

Hay varias razones que usted podría querer ponerle ropa a su perro. Tal vez su mascota es un funcional de Fido, que necesita ropa para protegerse del mal tiempo. O tal vez tu perro es un perro mimado con el que usted se divierte con la moda de diseño, bueno, le gusta vestir a su perro. En cualquier caso, usted puede enseñar a su mascota para sentirse cómodo con su ropa nueva por el uso combinado de la paciencia y la formación de refuerzo positivo. Así es como puede enseñar a su mascota a ser el perro mejor vestido en la ciudad.

Comiencen temprano y simple

 

Los perros son más propensos a tolerar la ropa si se les enseña desde cachorro que es simplemente una parte de la vida. Incluso si usted no planea con regularidad vestir a su perro, lo mejor es enseñarle a su cachorro para que lleve cómodamente la ropa poco a poco, en caso de un cambio de equipo que se necesite en algún momento de su vida, ya sea para una ocasión especial o para mantener una temperatura corporal adecuada.

Pero si su perro se perdió el entrenamiento temprano de cachorro, no es demasiado tarde para entrenarlo para que esté acostumbrado a moverse con algo de ropa.

Ya sea que usted este trabajando con un cachorro o un perro adulto, lo mejor es empezar con ropa fácil de usar que sea cómoda y que no le cubra las patas traseras, los pies o la cabeza. Comience con algo que tiene un estómago abierto y se puede fijar tanto en el pecho y debajo del estómago. Esto elimina la necesidad de ponerle el conjunto sobre la cabeza de su perro, esto puede asustar a algunos cachorros.

Enséñele a su perro a tener una asociación positiva con la ropa antes de que él las lleve puesta y empiece a querer quitarse la ropa y el tratar a su mascota sólo para mirar el conjunto. Si lo huele, marque este momento con un “muy bien” y la recompensa. A continuación, lleve el conjunto a su perro y le recompensa por defender en su lugar a medida que toquen suavemente su lado con la ropa. Coloque la ropa en la espalda por un par de segundos y recompensar a él por allí. A continuación, fije el estómago y las correas del pecho y recompense a su perro para mantener la calma.

Comience con su mascota con la ropa por sólo10 a60 segundos. Centrar la atención de su perro en algo productivo que lo distraiga de la ropa, como comer croquetas de un rompecabezas con los alimentos, haciendo trucos o jugar.

Tan pronto como le quite el conjunto, las golosinas, la alabanza y tiempos de la diversión debe reducirse para que su perro se de cuenta de que con la ropa significa diversión y juegos. Con el tiempo, su perro no sólo se tolera la ropa que usan, también en realidad va a disfrutar.

Expanda su armario

El siguiente paso es poner a su perro en una camiseta o un suéter, lo cual requerirá poner su cabeza a través de un agujero para el cuello. Comience por tratar a su perro para quedarse quieto cuando les llegue la camisa hacia él. Utilice una mano para tirar el agujero del cuello sobre la nariz del perro y la cabeza mientras sigue el tratamiento de su otra mano. Después de unos segundos, quite la camisa y vuelva a intentarlo. Con el tiempo, trabajar en poner las patas a través de la camisa, recompensar y elogiar a su perro a cada paso.

Para poner a su mascota un sombrero, empiece con algo fácil, como un broche o clip de pelo. Coloque el producto en su piel y le recompensa por mantener la calma. También se puede recompensar a su mascota para mantenerse quieto con el sombrero en la cabeza sin apretarlo. Mientras su mascota sigue estando cómoda, sujetar el sombrero y enfocar su atención en otra cosa, como una recompensa por escora a su lado o hacer una hacia abajo. Mantenga el sombrero sólo por períodos cortos, para empezar, y eliminar antes de que aparezcan signos de lucha.

Hacer lo mejor para su perro

 

Los enganches traseros pueden ajustarse con muy poca persuasión, muy poco a poco, mientras que los perros más sensibles pueden tardar más tiempo para adaptarse a usar la ropa. La experiencia debe ser agradable para su perro y nunca le hacerle tener miedo o incómodo. Si alguna vez siente que su perro está estresado o asustado, tome un descanso y volver a comenzar su entrenamiento a un nivel más fácil, como recompensa, simplemente para oler la ropa cuando está tendido en el suelo. El bienestar del perro debe ser siempre su primera preocupación. Para algunos perros, el costo de llevar un suéter o un sombrero puede ser mayor que el beneficio, lo que significa que la ropa no puede ser la mejor opción para la mascota en particular.